Sí, pueden, pero son muchos los factores que influyen en la calidad y cantidad de señales en esa comunicación.
La convivencia interespecífica perrx – gatx es posible en la mayoría de los casos pero, además, estudios nos dicen que la exposición temprana a la otra especie le permite aprender sus *señales de comunicación* de manera más eficiente. 🌟
Así, las experiencias con otra especie durante el *periodo de socialización* (hasta los 4 meses aproximadamente) pueden marcar la diferencia en la forma en que un cachorro de perro se relaciona con la otra especie, según señala Michael W. Fox en _»Behavioral effects of rearing dogs with cats during the «critical period of socialization»_ . Y así lo corroboramos desde nuestra experiencia.
Otros factores pueden ser, en caso de individuos ya adultos, el historial de interacciones sociales previas con la otra especie (si han tenido buenas, malas o experiencias emocionalmente neutras con ella), así como la edad de dichos individuos y, por supuesto, el estado emocional en que ambos se encuentran. 🐈🐕
Así como a unx perrx adolescente le cuesta más conectar con las necesidades del otro individuo y pararse a analizar las situaciones de manera racional, un gato recién adoptado con un nivel alto de estrés por el cambio podría no tener la capacidad de entender lo que el otro individuo trata de decirle.
Hablaremos más adelante de la convivencia sana entre perrxs y gatxs, ¡y de muchas más cosas!